martes, 20 de julio de 2010

Kama Sutra, una historia de amor


Ambientada en la India en el siglo XVI, Kama Sutra es la historia de dos chicas, Maya y Tara, que siendo amigas, son muy diferentes, pues una es la criada de la otra, cosa que queda más que evidente al principio de la breve introducción de la niñez de nuestras protagonistas.
Aunque son criadas juntas, cada una es educada de una manera distinta en base a la posición en la escala social que a cada una de ellas le ha tocado vivir, cosa con la que Maya no parece estar muy de acuerdo que digamos, a pesar de todo lo que le pueda decir su madre.
Así pues, y aun siendo amigas durante sus años mozos, a Maya le es recordada continuamente su papel de esclava de la otra, por lo que, llegado un momento de la cinta, decide tomarse la justicia por su cuenta, llevando a cabo la más cruel de las venganzas…
De esta manera comienza esta irregular película hindú, que a pesar de contar una historia de amor con venganzas y traiciones de por medio, cosa que a mí me suele fascinar en cualquier film, no llega a enganchar tanto como podría parecer a raíz de la sinopsis hecha.
En mi opinión, uno de los grandes errores de la peli reside precisamente en la historia de amor, pues se nos cuenta continuamente a través del sexo, tarea, por otro lado, harto difícil, pues ambas cosas son bastante personales, y por ello, cada uno las vivirá y sentirá diferente.
Por lo tanto, si lo que esperabas era un clásico cuento de amor que transcurra en un tiempo lejano, en un país aún más lejano y exótico, quizás no encuentres en este film exactamente lo que buscabas, pues la historia a pesar del título, tiene de todo menos amor.
Por otra parte, y tal y como señalaba Clara un poco por encima en su análisis, puede que haya jugado en su contra nuestra incultura sobre las costumbres hindúes, especialmente por mi parte, que no estoy muy ducho en la cultura oriental (exceptuando japonesas y chinas).
En esta película se muestra parte de la cultura de este, para nosotros, desconocido país, haciendo especial hincapié en lo que sería el arte de saber amar, es decir, el Kama Sutra.
En cuanto al argumento, tenemos la típica amistad rota por una estupidez, o eso me pareció a mí, pues no se ve excesivo maltrato, aunque al final hay un atisbo de reconciliación.
En cuanto a las cosas buenas, tuve la impresión de que se movía acertadamente entre los distintos sentimientos de los personajes en las diferentes etapas de la vida que vemos.
Esto se debe, en parte, a que tras la cámara se encuentra una mujer, pues el mundo femenino está mejor retratado en la película que el habitual mundo de los hombres.
Esta influencia femenina en la dirección se puede vislumbrar también claramente en el hecho de que aunque hay muchos personajes masculinos, las mujeres son las que mandan.
Otra cosa buena que encontré en el film es que a pesar de que el sexo siempre está presente, que se masca y se siente en cada fotograma, se muestra menos de lo que pensaba.

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